MONTAÑISMO
MONTAÑISMO
Los orígenes de la práctica del montañismo como deporte en Navarra datan del siglo XX. La Federación Vasco-Navarra de Alpinismo, se fundó en Elgueta (Guipúzcoa) el 18 de mayo de 1924. Una de las primeras referencias sobre este deporte aparecen en “La Voz de Navarra”, el 8 de agosto de 1924, en un artículo firmado por “Karmel” (Carmelo de Olazarán). Durante los años 1925 y 1926, dirigió la Delegación Navarra de Montañismo Mariano López de Sellés, con Alfredo Ruiz del Valle, como secretario. En aquellos tiempos, las excursiones, a menudo solitarias, constituían una auténtica aventura y tenían un marcado sentido de descubrimiento. Los desplazamientos estaban ligados a los ferrocarriles del Norte, Irati y Plazaola, y a las pocas subidas colectivas que organizaban los aficionados.
En el año 1926 existían cinco asociaciones en Pamplona: Aurora, Osasuna, Indarra, Lagun-Artea, C. D. Euzkotarra y la Peña Guizonak en Villava, que desarrollaban su actividad de forma colectiva y federada. La Delegación la presidía ya Alfredo López, con Carmelo de Olazarán y Antonio Gárriz, como vocales. En aquellos tiempos aparecen las primeras publicaciones sobre montañismo, Guía de recorridos navarros por montaña y La frontera de los Pirineos Occidentales de Antonio San Juan Cañete*, así como la revista “Pyrenaica”, órgano de la Federación Vasca.
En 1927 hubo un concurso de montes y se impusieron diecisiete medallas en Leiza, donde se celebró la finalista. Ese mismo año la Delegación Navarra estaba dirigida por Justo Idoate, ayudado por Lorenzo de Luix y Gaspar Lecumberri.
En 1928 ocupó el puesto Antonio San Juan Cañete, con Javier Ezcurra y Carmelo de Olazarán, que se mantuvieron en el puesto durante tres años.
A fines de 1929 el C. D. Euzkotarra fue clausurado temporalmente por orden gubernativa, ya que alternaba sus actividades deportivas con otras de sentido nacionalista. Al año siguiente reapareció, con un ligero cambio en sus siglas, ahora era el Club Alpino Euzkotarra.
En 1920 cabe destacar una excursión a los Picos de Europa de Carmelo de Olazarán hasta los pies del Naranjo de Bulnes, que consideró como “terrible e inescalable”. La Federación pasó a llamarse Federación Vasca de Alpinismo, nombre que duró hasta 1936 en que se suspendieron todas sus actividades. Su denominación sufrió dos nuevos cambios: después de la guerra volvió a funcionar como Federación Vasco-Navarra de Montañismo, hasta la asamblea de Guernica de 1976, en la que a propuesta de los clubs navarros tomó la antigua designación.
En 1933 el esquí* hizo su aparición de forma muy rudimentaria, practicándose en los puertos de Huici, Ibañeta, Aralar y Velate.
En 1934 comenzaron las actividades del Club Montañeros de Navarra, cuyo presidente era Gerardo Ramón de Ciganda, aunque la primera excursión oficial se realizó el 6 de abril de 1936 al monte Auza.
En 1935 se colocó un buzón en la Mesa de los Tres Reyes (2.434 m) máxima altura de la provincia. También hay que anotar en 1936 la aparición del Euzko Gaztedi Kirolzalea, grupo próximo al C. D. Euzkotarra.
Con la guerra se paralizaron todas las actividades montañeras; y una vez terminada la contienda, Patxi Ripa, junto a otros montañeros, supo revitalizar de nuevo el deporte. Por entonces sólo continuaba su labor el Club Montañeros de Navarra, con sede en los bajos del Café Niza. Su presidente era Mariano López Sellés y contaba con 82 socios, 68 masculinos y 14 femeninos. Sin embargo, un año después desapareció por dificultades gubernativas.
En 1941 comenzó a funcionar la sección de montaña del Oberena*, bajo el patrocinio del obispado. También en ese mismo año surgió el Club Deportivo Menditari, (que en realidad iba a llamarse Menditarte), integrado, entre otros, por Fermín Aldaz, José Joaquín Arazuri, Iñigo de Aranzadi, Juan Miguel Olaechea, Rafael Rodríguez, Fermín Sagüés, Víctor Miguel López, etc. En aquellas fechas, 16 de octubre de 1941, se formó un equipo de fútbol con el nombre de Club Deportivo Navarra*, con una sección de montaña cuyo delegado era José M.ª Araluce, a quien le sucedió José Luis Gómara. A principios del 42 el grupo Menditari se fusionó con el C. D. Navarra domiciliado en la pamplonesa calle de Mercaderes, 5-1°. Entre los futbolistas surgieron discusiones y en 1942 cesaron sus actividades y quedaron sólo las relativas a montaña.
De aquellos primeros montañeros surgió la agrupación más potente de la provincia. Destacaba el trío ATA, compuesto por Fermín Aldaz, Víctor M. López y Juan M. Olaechea, que desarrollaban una intensa actividad. Fermín Aldaz fue nombrado presidente y Ángel Olorón secretario; éste último fue durante muchos años la columna vertebral del Club.
Del Oberena también surgieron destacados montañeros como Ramón Arbeloa, Víctor Muez, Javier Leoz, Ernesto Torío, Jesús Tellería, Marcos Feliú, etc. Durante casi quince años Oberena y C. D. Navarra fueron los únicos clubs con actividades montañeras de Pamplona.
En 1946 apareció en “El Pensamiento Navarro” una sección dedicada a la montaña titulada “Cumbres” que contó con la colaboración del fotógrafo Nicolás Ardanaz.
Dentro del montañismo, y buscando la superación de mayores dificultades, se encuentra la escalada. Para dar una definición simple, escalar supone ascender utilizando las manos y los pies. El primer hecho registrado sobre esta actividad se localiza en Echauri en 1902, donde José Irujo, Eustaquio Lacunza y Domingo Pello de Ciriza alcanzaron la cúspide de “El Cantero”. Pero la escalada en sí, empezó a practicarse en Navarra en el año 1946. Dos escaladores catalanes, Juan Caballé y José Castell, invitados por el montañero pamplonés Miguel López, escalaron el monolito de Leire. En el mes de agosto del mismo año volvió Juan Caballé en compañía de José Sorolla y Magriñá. Después de intentar la subida a la Hermana Mayor de Irurzun, consiguieron alcanzar por primera vez el Huso de Echauri. En el año 1947 volvieron para completar la ascensión a la Hermana Mayor de Irurzun, Caballé, Xalmet y Magriñá, y lo consiguieron después de dos días de trabajo. Estas primeras conquistas fueron como una siembra, y así, el 15 de octubre de 1947 una cordada compuesta por Zabalegui, Alcorta y Ezcurra, seguidos de Ormazábal, Escobar y Auza, consiguieron escalar el Huso, piedra símbolo para los escaladores navarros. Ascendieron también a la Peña Anchóriz, la Aguja de la Buena Moza en el Valle de Arce y la Aguda Putrenaiza, en el Carrascal, ésta última realizada por Miguel Escobar, Paco Goñi, E. Ormazábal, Zabalegui, Francisco García Alcorta y Ezcurra.
En 1947 el C. D. Navarra organizó con el patrocinio del Ayuntamiento de Pamplona en la Escuela de Artes y Oficios, el I Salón Fotográfico y Pintura de Montaña, al que concurrieron, entre otros, Sabino Manso, Tomás López Sellés, Patxi Ripa y Nicolás Ardanaz. (Fotografía*).
En 1951 apareció en Estella el Club de Montañero de Estella, con Blas Elcano y otros aficionados. Así mismo, en 1952, un grupo de Sangüesa se constituyó como filial del C. D. Navarra.
Este mismo año se conmemoraba el IV Centenario de la muerte de San Francisco Javier y los montañeros de Navarra se unieron en el esfuerzo de colocar en la cumbre de la Mesa de los Tres Reyes una estatua de piedra de dos metros de altura, obra del escultor Rebolé. La estatua no resistió los rigores del invierno, por lo que en 1955 se colocó la reproducción en bronce que perdura en la actualidad.
En 1956 se publicó la primera edición del Catálogo Cimas del País Vasco-Navarro, en el que Navarra aparece con 207 cimas puntuables. También se publicó la Guía de Itinerarios Montañeros dedicada a la zona de Roncesvalles, gracias al trabajo realizado por Patxi Ripa, Eduardo Mauleón y Angel Olorón.
Dos años más tarde, en 1958, apareció el segundo tomo con el título Pirineo Roncalés, editado por el C. D. Navarra y galardonado con la Medalla de Bronce al Mérito Deportivo por la Federación Española de Montañismo.
Se reorganizó la Delegación Navarra de Montañismo y fue nombrado Tomás López Sellés* como presidente, cargo que ostentó durante dos años. Hacia esta época aparecieron en “Pyrenaica” los escritos de Eduardo Mauleón, pequeñas piezas maestras de la literatura de montaña.
En 1955 el montañero del Oberena Ramón Arbeloa se convirtió en el primer navarro que ascendió al Naranjo de Bulnes escalando por la vía del Paso Horizontal, guiado por Emilio Martínez de Carmameña.
En 1957 se constituyeron la S. D. R. C. Anaitasuna* y el C. D. Irrintzi. Antonio Berrio fue el hombre clave del “Anaita”, mientras que del Irrintzi cabe citar a su primer presidente, Francisco Aranguren y otros como Ildefonso Eguaras y Carlos Marañón.
En 1958 fueron nombrados los dos primeros instructores de la E.N.A.M. (Escuela Nacional de Alta Montaña) para Navarra: Ángel Asiáin y Roberto Carballeda, que junto con Miguel Ángel Albero, Alejandro Tapia y José Antonio Vidaurreta formaron un grupo, denominado “el equipo italiano”, que realizó muchas escaladas, las hoy clásicas de Echauri. Carballeda y Tapia escalaron por primera vez la Chimenea Norte del Cantero. Poco después aparecieron Daniel Bidaurreta y Marcos Feliú, que fueron sus continuadores y el enlace entre el período precedente y una nueva generación surgida a partir de 1960.
Por entonces fue nombrado Patxi Ripa Delegado de Montaña, cargo que desempeñó seis años. Durante su mandato se celebró en Belagua el XIX Campamento Anual Internacional de Alta Montaña, organizado por el C. D. Navarra, al que asistieron 367 participantes pertenecientes a 54 sociedades de distintas provincias españolas. También entonces surgió un nuevo club, la Peña Alegría de Iruña, con lo que eran seis las Sociedades montañeras en Navarra.
En 1962 el Club de Montaña Ori-Mendi celebró su primera finalista en la cumbre de Ori. Los primeros animadores de este Club fueron Patiño, Olave, Ibarrola, Valencia. Eguaras y Usechi. A principios de 1962 nació el G.E.D.O. (Grupo de Escalada del Deportivo Oberena), que poco más tarde se transformaría en el G.E.P. (Grupo de Escalada de Pamplona). A finales del mismo año se integraron en el C. D. Navarra, como G.E.D.N.A. (Grupo de Escalada del Club Deportivo Navarra). Estos se caracterizaron por un gran movimiento montañero en la ciudad de Pamplona y alcanzan las montañas más altas de los Pirineos y algunas de los Alpes.
En 1964 se renuevan los cargos en la delegación y fue nombrado delegado, Javier Amatria, con Juan Mary Feliú como secretario y Javier Sorozábal como tesorero. Estuvieron al frente de la misma hasta el año 1967, en que dimitieron en solidaridad con la Expedición Vasca a los Alpes Peruanos. En tres años, el número de clubs ascendió a dieciocho, al darse de alta Kirol, U. D. Chantrea, Club de Tenis, G. M. Errotazar, G. M. Donibane, G. M. Arangoiti de Lumbier, Gaztedi, Boscos Berri, Iruñako Beti Gazte y Euzko Bazterra. Comienzan también los percances mortales; en 1964 fallecieron Javier Ardanaz en el Anayet, Emilio Castiella en las Peñas de Echauri y Ángel Ganuza en el Pico del Águila. Dos años más tarde murió Javier Auzmendi en las Agujas de Ansabere.
A finales del año 1965 una concentración de más de mil montañeros tuvo lugar en de Excelsis, en San Miguel Aralar para celebrar el I Mendigoizaleen Egun Aundi.
En enero de 1966 Ignacio Tapia, Victorino Echauri, Federico Vega y Pedro Feliú realizaron la primera ascensión invernal a la Agua Norte de Ansabere y rodó una película de esta ascensión José M.ª Torrabadella. Carlos Santaquiteria, Javier Garreta y Javier Sorozábal abrieron la vía de los Maños en Echauri.
En 1967 se celebró la Primera Expedición Vasca a los Andes, en la que participó Juan M.ª Feliú. También se abrieron rutas de envergadura, como la Cara Norte del Cantero “Vía Javier Auzmendi” por José M.ª Tabernero y Gregorio Ariz.
A primeros de junio de 1968 comenzaron las obras del Refugio del Club Deportivo Navarra, a 1.428 m de altitud, en las laderas de Lakora, sobre el Valle de Belagua. A primeros de septiembre, José Ignacio y Gregorio Ariz realizaron una primera ascensión en la Aguja Norte de Ansabere, “la Vía Arizanaiak”. Ese mismo año, Josetxo Villanueva fue nombrado nuevo delegado de Montañismo en Navarra. En 1969 la escalada había tomado ya carácter en Navarra. La E.N.A.M. llevaba diez años funcionando bajo la presidencia de Marcos Feliú y se iba teniendo acceso a otros grupos de más alto nivel, como el G.P.H.M. (Groupe Pyreneiste de Haute Montagne) en el que fueron admitidos Ignacio Tapia, Carlos Santaquiteria, Gregorio y José Ignacio Ariz. También poseen la categoría nacional del Grupo de Alta Montaña Daniel Bidaurreta, José M.ª Tabernero y Gregorio Ariz.
El 23 de abril de 1970 un helicóptero de la Diputación Foral se estrelló en el Valle de Belagua y fallecieron todos sus ocupantes, entre los que se encontraban Diego Mina y Pedro Echelecu, buenos esquiadores del C. D. Navarra. Estaban realizando los primeros estudios para la instalación de una estación de esquí en el Valle.
Antes de terminar el año, José Ignacio y Gregorio Ariz realizaron la célebre cara Oeste del Naranjo de Bulnes. Tapia y Santaquiteria abrieron una ruta importante en la sierra Telera “El Espolón de los Navarros” y el “Dome por la cara Oeste”.
A principios de 1971 se consiguió la Primera Expedición Navarra a las montañas de Hoggar*, al sur de Argelia. Este mismo año se inauguraron los refugios de Echauri y Belagua. Se produjo un nuevo cambio de delegado, al ser elegido Joaquín Ibarra, de Oberena. Nació el Club Alpino Navarro por una escisión de la Sección Juvenil del C. D. Navarra, con Carlos Garzamendi en la presidencia; y el Club de Montaña Alaiz de Tafalla. También 1972 fue un año luctuoso, ya que en sendos accidentes fallecieron Miguel Buzunáriz en los Picos de Europa, Blas Morrás en Punta Agüerri y Jesús Zamarbide en las Peñas de Antxoriz. En el capítulo de la escalada hay que reseñar la primera al Gallinero por el diedro Este; en Echauri se abrieron la Tardona y la Zaizuri. Tras diez años en la presidencia del G.E.D.N.A. de Marcos Feliú, le sustituyó Javier Galarreta.
En 1973 tuvo lugar la Expedición Navarra a Groelandia, con ascensiones en la costa occidental dentro del Círculo Polar Ártico, a varias cimas vírgenes. Dos años más tarde, un numeroso grupo montañero realizó la “Operación Batian” en Kenia y Tanzania, que culminó con varias ascensiones, entre ellas el Kilimanjaro. Javier Pastor y Gerardo Plaza escalaron la cara Norte de la Cima Grande de Lavaredo por la Vía Comici-Dimay, una de las más difíciles de las Dolomitas.
En 1976 se ascendió al Shakaur (7.116 m) en el Hindu-Kush*. Un desgraciado accidente en el descenso hizo que Leandro Arbeloa quedase para siempre sepultado en la montaña. Este año, José Antonio Armendáriz fue nombrado Delegado de Montañismo y Gregorio Ariz, director técnico de la Federación Vasca de Montañismo, cargos que ostentaron durante cuatro años. El G.E.D.N.A., presidido en ese momento por Rafael Ariz, se independizó del Club Deportivo Navarra y pasó a formar parte de un grupo dependiente de la Delegación. Continuaron las expediciones y un grupo de navarros se integró en la “Operación Hirca-Mendi” que ascendió diversas cumbres en los Andes Peruanos; otro grupo más reducido realizó una expedición a las montañas del Hoggar. Javier Pastor y Julián Lasterra perdieron la vida cuando escalaban el Couloir Gervasutti del Mont-Blanc de Tacul, en agosto de 1977.
El constante aumento de los practicantes del montañismo dio lugar, paradójicamente, a un retroceso considerable de los clubs, al desaparecer paulatinamente la participación en las salidas organizadas en autobús y prodigarse los coches particulares. Por ello varios Clubs desaparecieron y otros se agruparon intentando crear un club único, que no llegó a cuajar.
En 1978 volvió a superarse el techo navarro con la ascensión al Noshaq (7.492 m). El día 19 de julio llegaron a esta cima Mary Abrego, Juan M.ª Eguillor, Alejo M. de Lizarrondo y Gerardo Plaza. Muy cerca, en el Pamir ruso, Daniel Bidaurreta no llegó a la cumbre del Pico de Lenin (7.134 m) por sólo cien metros. En la Cordillera Blanca del Perú, una expedición familiar integrada por cuatro hermanos Ariz y sus consortes alcanzaron la cima del Chopicalpi (6.400 m).
El año 1979 pasará a la historia con la consecución de un hecho resonante, la Expedición Navarra al Himalaya consiguió ascender el Dhaulagiri (8.172 m). El 12 de mayo, Javier Garayoa, Gerardo Plaza, Iñaqui Aldaya, junto con el catalán Jordi Pons, culminaron la séptima montaña más alta del mundo. La expedición recibió varios galardones: Mejores Deportistas de Navarra del año 1979 y la Medalla de Plata del Consejo Superior de Deportes.
Andoni Barba fue nombrado Delegado de Montañismo en el año 1980 y, a pesar de las bajas constantes de los clubs, hay que consignar el alta del Altobiskar Taldea. El 30 de septiembre se instaló un refugio-vivac con capacidad para doce personas en el Valle de Zuriza en el lugar denominado Paso del Oso.
Un año más tarde se organizó la Expedición Vasca al Everest, que culminó con la llegada a la cima de 8.848 m de Martín Zabaleta. El navarro Xabier Garayoa participó como médico en la Expedición y alcanzó la cima sur de 8.750 m.
En 1981 los montañeros navarros realizaron la Expedición al Jannu* (7.710 m), difícil montaña del Nepal en la zona del Kanchenjonga. El éxito fue completo, por la llegada a la cima de todos los expedicionarios.
Éstas son algunas de las expediciones que se han realizado en estos últimos años, con las que el montañismo navarro ha dejado constancia de su alto nivel. Mari Abrego es la figura puntera del montañismo en Navarra; su ascensión al Makalu en 1984, junto con Kike de Pablos, lo consagró definitivamente.
En 1988 el número de federados era 2.926.
En el balance de 1989 destaca la expedición que alcanzó la cima del Gasherbrum, un ocho mil del Karakorum, y que estuvo formada por José Miguel Goñi, Xabier Erro, Javier Bermejo, Agustín Pagola y Antxón Ibarguren; este último falleció en el descenso. Ese año murió también el montañero navarro Rafael Goñi Erice cuando escalaba la vía del “El Espigolo” (7b) en la aguja sur de Ansabere. Otra expedición integrada por Mari Abrego, Josema Casimiro y montañeros aragoneses intentó -por tercera vez en el alpinismo navarro- la cumbre del Everest.
En el terreno de la escala deportiva, Carlos García Bello ascendió por primera vez “La Viserxa” de Riglos de forma integral y en solitario. Este deportista alcanzó el décimo puesto en el certamen de escala de Utah (Estados Unidos).